Una mañana al despertar de un sueño agitado Antonia Goldschlager se encontró en su cama convertida en gato, al principio no le llamó la atención ya que siempre decía que tenía actitudes o en su vida pasada fue un gato.
Hasta que tomó noción de la hora y si no se apuraba llegaría tarde a su clase, otra vez. Fue extraño el salir de la cama, con un brinco ya bajaba, no como antes que alargaba esos cinco minutos antes de ponerse la ropa del colegio. Mirando sus pequeñas y suaves patas, no muy sorprendida por la costumbre de levantarse y seguir en entre sueño. Cuando se miró en su inmenso espejo frente a su cama para peinarse, se sorprendió, y se lamió la pata, fue mas que nada un reflejo involuntario, que sentimiento raro tuvo al verse dentro de un gato, siempre quiso serlo. Cautelosa fue hacía el living donde encontró sus tarros de comida y agua, mientras la madre entraba a la habitación para apurarla, Antonia pensó "que lindo ser un gato, quisiera vivir así por siempre, durmiendo, comiendo, mi dueño me mima cada dos por tres". Antes que preocuparse por ese extraño cambio, lo aprovechó, y así pasó el día, hizo todo lo que un gato hace a diario.
A la mañana siguiente despertó, desilusionada, no sabía si realmente puso vivir la experiencia que ella siempre quiso o solo fue un largo sueño
Si bien elaborás un texto correcto, el párrafo final, un tanto confuso "no sabía si realmente puso vivir la experiencia que ella siempre quiso o solo fue un largo sueño", anula el carácter fantástico o alegórico que debía tener el relato.
ResponderBorrarNo pierdas de vista que decir no es narrar; faltan indicios y sobran explicaciones. Pensar qué artificios serían útiles para contar esta historia con pretensiones literarias y que conmueva.
NOTA: 6,50