El sueño del pibe- Juan Grunberg
Una mañana, al despertar de un sueño agitado Juan Grunberg se encontró en su cama convertido en una extraña persona.
Se frotó los ojos y se destapo al igual
que todas las mañanas.
Se levantó, se puso sus grises pantuflas y comenzó en dirección
al baño para iniciar otro estresante día de la rutina.
Al caminar tres pasos se tocó
los ojos para sacarse las lagañas que poco lo dejaban ver, pero hubo algo que le
llamó la atención: lentamente comenzó a tocarse la cara, en busca de qué era
esa extraña sensación. Sentía su piel algo más suave, los pómulos más marcado,
la boca y nariz diferentes. Prosiguió a tocarse los brazos, su abdomen, y sus
piernas; evidentemente ese no era su cuerpo. Sin embargo, no se sentía mal por
ese cambio, por el contrario, estaba feliz y se sentía lleno.
La
duda de qué era lo que le pasaba lo carcomía por dentro.
Muy despacito, y sin hacer ruido para no
despertar a sus padres, abrió. Se le engancho el pelo con la puerta, hecho que también
le llamó la atención, rara vez le había pasado algo así.
Apenas entró al baño quedo atónito frente
al espejo, no atinó a moverse.
Miraba.
Miraba y no lo podía creer.
¿Ese era él realmente?
Una sonrisa le salió espontáneamente de la
cara. Hace mucho no le pasaba.
Comenzó a tocarse el cuerpo ahora con más vehemencia.
La sonrisa se transformó en una alegría inmensa que no podía contener. Ahí si vio
su largo pelo que le llegaba a mitad de espalda.
Todo era felicidad y alegría. Se puso a
llorar de la emoción. No iba a tener que ocultarse más, de un día al otro, o,
mejor dicho, de la noche a la mañana.
Luego de tanto añorarlo, lo había conseguido,
y sin esfuerzo alguno.
Logro convertirse en lo que siempre había deseado.
Ahora era una mujer más, dispuesta a luchar
por sus derechos. Ahora era una mujer más, feliz.
Ahora, era mujer,
Escribís un texto correcto, aunque queda pendiente la elaboración estética del lenguaje. Solo ponés el acento en la anécdota que se quiere contar y perdés de vista el discurso. Hace ruido que la transformación de la superficie alcance para ser otra persona. Además, desconcierta el adjetivo "extraña", ya que " No iba a tener que ocultarse más". Hay una contradicción entre ambas ideas. La idea podría acabar en un relato excelente si le dedicás tiempo a la reescritura.
ResponderBorrarRever puntuación y construcción de párrafos; también algunas tildes.
NOTA: 7